Poco después de despegar de uno de los pequeños e improvisados aeródromos de la India, oyó un ruido extraño que venía de detras de su asiento.
Se dio cuenta de que había una rata a bordo y que si roía la cobertura de lona, podía destruir su fragil avión.
Podía volver al aeropuerto para librarse de su incómodo, peligroso e inesperado pasajero, pero así se frustraria su misión... De repente, recordó que las ratas no resisten las grandes alturas.
Volando cada vez más alto, poco a poco cesaron los ruidos que ponían en peligro su viaje.
Si amenazan con destruirte por envidia, calumnia o maledicencia, VUELA MÁS ALTO.
Si te criticaran, VUELA MÁS ALTO.
Si te hicieran alguna injusticia, VUELA MÁS ALTO.
Acuérdate siempre de que las ratas no resisten las grandes alturas.
Autor desconocido
No hay comentarios:
Publicar un comentario