domingo, 31 de enero de 2010

El sabio

Se cuenta que en el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo, Egipto, con la finalidad de visitar a un famoso sabio.
El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas mobilarias eran una cama, una mesa y un banco.
-¿Dónde están sus muebles? - preguntó el turista.
Y el sabio, rápidamente, también preguntó:
-¿Y dónde están los suyos?
-¿Los míos?- se sorprendio el turista-.¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!
-Yo también- concluyó el sabio.

La vida en la tierra es solamente temporal... Sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de se felices.

"El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables".

Autor desconocido

El triple filtro de Sócrates

En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos.
Un día, un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:
-¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?
-Espera un minuto- replicó Sócrates-. Antes de decirme nada, quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el triple filtro.
-¿Triple filtro?
-Correcto- continuó Sócrates-. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea de filtrar tres veces lo que vas a decir.
El primer filtro es la verdad. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
-No- dijo el hombre-, realmente solo escuché sobre eso y...
-Bien-dijo Sócrates-. Entonces, realmente no sabes si es cierto o no.
Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad.
¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?
-No, por el contrario...
-Entonces, deses decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto. Pero, aun así, podría querer escucharlo porque queda un filtro: el filtro de la utilidad. ¿Me servirá para algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?
-No, la verdad que no.
-Bien-concluyó Sócrates-; si lo que deseas decirme no es cierto ni bueno, e incluso no me es útil, ¿Para qué querría yo saberlo?

Usa este triple filtro cada vez que oigas comentarios sobre alguno de tus amigos(as) cercanos(as) y queridos(as).
La amistad es algo invaluable, nunca pierdas a un(a) amigo(a)por algún malentendido o comentario sin fundamento.

Autor desconocido

Sueño

Un día decidí no esperar a las oportunidades sino irlas a buscar yo mismo.
Y así después de tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar...

Decidí ver cada problema como una oportunidad para encontrar una solución.

Decidí ver cada desierto como una oportunidad para encontrar un oasis.

Decidí ver cada noche como un misterio a resolver.

Decidí ver cada día como una nueva oportunidad para ser feliz.

Aquel día descubri que mi único rival, no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, esta la única y mejor forma de superarnos.

Aquel día dejé de lado el temor a perder. Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fuí.

Me dejó de importar quién ganara y quién perdiera.

Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.

Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.

Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener es tener el derecho de llamar a alguien "amigo".

Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida".

Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados, y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día decidí cambiar tantas cosas...

Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad.

Desde aquel día ya no duermo para descansar... ahora simplemente duermo para soñar.

Walt Disney

sábado, 30 de enero de 2010

Un amigo Sencillo vs. uno Verdadero

"Se necesita sólo de un minuto para que te fijes en alguien, una hora para que te guste, un día para quererlo, pero se necesita de toda una vida para que lo puedas olvidar".

Un amigo SENCILLO nunca te ha visto llorar.
Un amigo VERDADERO tiene los hombros húmedos por causa de tus lágrimas.

Un amigo SENCILLO no conoce el nombre de tus padres.
Un amigo VERDADERO tiene sus números de teléfono en su libreta de direcciones.

Un amigo SENCILLO trae una botella de vino a tu fiesta.
Un amigo VERDADERO llega temprano para ayudarte a cocinar y se queda hasta tarde para ayudarte a limpiar.

Un amigo SENCILLO odia cuando le llamas después de haberse acostado.
Un amigo VERDADERO te pregunta por qué tardaste tanto en llamar.

Un amigo SENCILLO procura hablar contigo acerca de tus problemas.
Un amigo VERDADERO procura ayudarte con tus problemas.

Un amigo SENCILLO se imagina tu vida romántica.
Un amigo VERDADERO podría chantajearte con ella.

Un amigo SENCILLO, al visitarte, actúa como un invitado.
Un amigo VERDADERO abre el refrigerador y toma lo que necesita.

Un amigo SENCILLO piensa que ha terminado la amistad después de un argumento.
Un amigo VERDADERO sabe que no tienen una amistad sino hasta después de haber tenido una pelea.

Un amigo SENCILLO espera que siempre estés ahí para él o ella.
Un amigo VERDADERO siempre estará ahí para ti.

Anónimo

El hombre y la mujer...

El hombre es la más elevada de las criaturas; la mujer es el más sublime de los ideales.
Dios hizo para el hombre un trono; para la mujer, un altar. El trono exalta; el altar santifica.
El hombre es el cerebro; la mujer el corazón. El cerebro fabrica la luz; el corazón produce el amor. La luz fecunda; el amor resucita.
El hombre es fuerte por la razón; la mujer es invencible por las lágrimas. La razón convence; las lágrimas conmueven
El hombre es capaz de todos los heroísmos; la mujer, de todos los martirios. El heroísmo ennoblece; el martirio sublimiza.
El hombre tiene la supremacía; la mujer, la preferencia. La supremacía significa la fuerza; la preferencia representa el derecho.
El hombre es un genio; la mujer, un ángel. El genio es inmensurable; el ángel, indefinible.
La aspiración del hombre es la suprema gloria; la aspiración de la mujer es la virtud extrema. La gloria hace todo lo grande; la virtud hace todo lo divino.
El hombre es un código; la mujer, un evangelio. El código corrige; el evangelio perfecciona.
El hombre piensa; la mujer sueña. Pensar es tener en el cráneo una larva; soñar es tener en la frente una aureola.
El hombre es un océano; la mujer es un lago. El océano tiene la perla que adorna; el lago, la poesía que deslumbra.
El hombre es el águila que vuela; la mujer el ruiseñor que canta. Volar es dominar el espacio. Cantar es conquitar el alma.
El hombre es un templo; la mujer es el sagrario. Ante el templo nos descubrimos; ante el sagrario nos arrodillamos.
En fin: el hombre está colocado donde termina la tierra; la mujer donde comienza el cielo.


Víctor Hugo

Piensa que puedes y podrás...

Si piensa que estás vencido, vencido estás.
Si piensas que no te atreves, no lo harás.
Si piensas que te gustaría ganar,
pero no puedes, no lo lograrás.
Porque en el mundo encontrarás que el éxito
comienza con la voluntad del hombre.


Todo será como tú pienses.
Porque muchas carreras se han perdido
antes de haber empezado a correr.
Y muchos cobardes han fracasado antes de haber
empezado su trabajo.

Piensa en grande y tu hechos crecerán.
Piensa en pequeño y quedarán atrás.
Piensa que puedes y podrás.

Si piensas que estás aventajado, lo estás.
Tienes que pensar bien para elevarte.
Tienes que estar seguro de ti mismo
antes de intentar ganar algún premio.

La batalla de la vida no siempre la gana
el más fuerte o el más ligero.

Tarde o temprano el hombre que gana
es aquél que cree poder hacerlo.
Piensa que puedes y podrás.

Autor desconocido

Hay dos clases de personas

Hay dos clases de personas en el mundo:
las que son felices y las que son desgraciadas.
Las personas felices fijan su atención en lo
conveniente de las cosas,
en las partes buenas de una conversación,
en los platos bien preparados,
en un día bien aprovechado,
en los detalles más sutiles de la vida.
Y lo disfrutan todo con alegría.
Las personas que son infelices, piensan, hablan,
y se quedan siempre con lo negativo.
Si el ser infeliz estuviera arraigado en la naturaleza
de las personas,
éstas serían dignas de compasión.
Pero, como criticar y lamentarse
se adquiere por imitación o por decisión propia,
la infelicidad va creciendo hasta convertirse en hábito.
Porque la felicidad no es un premio,
sino una consecuencia.
Y el sufrimiento no es un castigo, sino un resultado.


Autor desconocido