miércoles, 28 de diciembre de 2011

Con el tiempo...

Con el tiempo...
...aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado...
Con el tiempo...
...te das cuenta que casarse sólo porque " te estás quedando" es una clara advertencia de que tu matrimonio será un fracaso...
Con el tiempo...
...comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas...
Con el tiempo...
...te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla...
Con el tiempo...
...te das cuenta de que los verdaderos amigos valen mucho más que cualquier cantidad de dinero...
Con el tiempo...
...entiendes que los verdaderos amigos son contados, y el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas...
Con el tiempo...
...aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida...
Con el tiempo...
...aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes...
Con el tiempo...
...comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual...
Con el tiempo...
...te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona, es irrepetible...
Con el tiempo...
...te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados...
Con el tiempo...
...aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana, es demasiado incierto para hacer planes...
Con el tiempo...
...comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas...
Con el tiempo...
...te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estás viviendo justo en este instante...
Con el tiempo...
...aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo... ante una tumba ...ya no tiene ningún sentido...
Con el tiempo...
...te das cuenta que la vida es como una escalera, si miras hacia arriba siempre serás el último de la fila, pero si miras hacia abajo verás que hay mucha gente que quisiera estar en tu lugar...
Y recuerda estas palabras:
"El hombre se hace viejo muy pronto y sabio demasiado tarde".
...Justamente cuando: "ya no hay tiempo".

Anónimo.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Una carta de Jesús para navidad

Querido amigo:
Hola, te amo mucho. Como sabrás nos estamos acercando otra vez a la fecha en que festejan mi nacimiento.
El año pasado hicieron una gran fiesta en mi honor y me da la impresión que este año ocurrirá lo mismo. Al fin de cuentas ¡llevan meses haciendo compras para la ocasión y casi todos los días han salido anuncios y avisos sobre lo poco que falta para que llegue!
La verdad es que a veces se pasan de la raya, pero es agradable saber que al menos un día al año piensan en mí. Pero hoy en día, da la impresión de que la gente ni sabe por qué motivo se celebra mi cumpleaños.
Por otra parte me gusta que la gente se reúna y lo pase bien y me alegra sobre todo que los niños se diviertan tanto, pero creo que la mayor parte no sabe bien de qué se trata.
Como sucedió el año pasado al llegar el día de mi cumpleaños, ni me invitaron, imagínate, !Yo era el invitado de honor! y se olvidaron por completo de mí. Ya me ha pasado tantísimas veces que lo cierto es que ya ni me sorprende. Aunque no me invitaron, me colé sin hacer ruido y me quedé en un rincón. ¿Podés creer que nadie advirtió mi presencia?
Todos estaban bebiendo, riendo y pasándola en grande, cuando de pronto se presentó un hombre gordo, vestido de rojo y barba blanca postiza y gritando: "¡Jo, jo, jo!"
Cuando se sentó en el sillón, todos los niños, muy emocionados se le acercaron corriendo y lo llamaban Papa Noel, te imaginás ¡Como si él hubiese sido el homenajeado y toda la fiesta fuese en su honor!
Aguanté aquella fiesta hasta donde pude, pero al final tuve que irme.
Caminé por las calles, solo y triste.
Lo que más me asombra de cómo celebra la mayoría de la gente el día de mi cumpleaños es que en vez de hacerme regalos a mí, se obsequian cosas unos a otros.
Te voy a hacer una pregunta: ¿A ti no te parecería extraño que en el día de tu cumpleaños, tus amigos decidieran celebrarlo, haciéndose regalos unos a otros y no te dieran nada a ti? ¡Pues es lo que me pasa año tras año a mí!
Alguna vez alguien me dijo que era difícil porque a mí no me veían, te podrás imaginar lo que le contesté.
Yo siempre dije, "regala comida y ropa a los pobres, ayuda a quienes lo necesiten. Ve a visitar a los huérfanos, enfermos y a los que estén en prisión".
Y es más, ¡todo lo que regales a tus semejantes, para aliviar su necesidad, lo contaré como si me lo hubieses dado a mí personalmente!
Lamentablemente todos los años pasa lo mismo, llega mi cumpleaños y la gente sólo piensa en las compras, en las fiestas y en las vacaciones, y yo ni aparezco dibujado en todo esto.
¡Cuánto dinero que se gasta en todo esto!, cuánta injusticia desparramada, y pensar que yo nací en un pesebre, rodeado de animales, porque no había para más.
Me agradaría volver a nacer todos los días en el corazón de mis amigos, y que me permitiesen morar allí, para aliviar sus dificultades.
Por eso te pido que me dejes entrar en tu corazón. Llevo años tratando de entrar, pero hasta hoy no me has dejado. Mira, soy yo quien está llamando a tu puerta, déjame entrar, confía en mí, abandónate en mí. Este será el mejor regalo que me puedas dar.
Gracias.

Jesús, tu amigo

domingo, 27 de noviembre de 2011

Es difícil, Señor

Señor, no es fácil vivir en un mundo intranquilo y confuso.
Es difícil creer, cuando existe tanta incertidumbre.
Es penoso esperar, cuando hay tanta confusión.
Es difícil amar, cuando hay tanta decepción.
Es complicado ser honesto, cuando hay tanta maldad.
Es difícil cumplir con el deber, en medio de tanta competencia.
Es peligroso manifestarse, cuando hay tanta incomprensión.
Es difícil ser tranquilo, cuando hay tanta violencia.
Es difícil ser luz, en medio de tanta oscuridad.
Es difícil ser humilde, en un mundo que aprecia la gloria y el prestigio.
Es difícil ser camino, cuando hay senderos tan diversos.
Es difícil consolar, cuando hay tanto desespero.
Es difícil ser calmado, en un mundo agitado.
Es difícil ser fuerte, cuando son tantos los débiles.
Mientras tanto, Señor, sé que necesito creer, amar, esperar, ser bueno, ser luz, ser camino.
Y sé también que todo eso sólo es posible con Tu fuerza.
Porque eres nuestro Camino, nuestra Verdad y nuestra Vida.

Anónimo

La esperanza en acción

La esperanza busca lo bueno en la gente en lugar de machacar lo malo.
La esperanza abre las puertas que la desesperación cierra.
La esperanza descubre lo que se puede hacer en lugar de rezongar sobre lo que no se puede.
La esperanza obtiene su poder de una profunda confianza en Dios y la bondad innata de la humanidad.
La esperanza "enciende una vela" en lugar de maldecir la oscuridad.
La esperanza considera los problemas grandes y pequeños, como oportunidades.
La esperanza abriga ilusiones, ni cede ante el cinismo.
La esperanza fija grandes metas, y no se frustra por dificultades o reveses repetidos.
La esperanza empuja hacia adelante cuando sería fácil abandonar.
La esperanza se conforma con modestos logros, pues se da cuenta que "el viaje más largo comienza con un paso".
La esperanza acepta los malos entendidos como el precio de hacer un bien mayor a otros.
La esperanza es una buena perdedora porque tiene la seguridad divina de la victoria final.
"Van a tener que sufrir mucho en este mundo, pero ¡Sean valientes! Yo he vencido al mundo".

Anónimo

lunes, 14 de noviembre de 2011

La amistad

La amistad es el más noble
de los sentimientos
y es siempre el más humilde.
Crece al amparo del desinterés,
se nutre brindándose
y florece cada día con la compresión.
Su sitio está junto al amor,
porque ella también es amor,
y únicamente los honrados
pueden tener amigos,
porque a la amistad
el más ligero de los cálculos la lesiona.
Como es un bien reservado
a los elegidos, resulta
el sentimiento más incomprendido
y el peor interpretado.
No admite sombras ni dobleces,
rusticidades ni renunciamientos,
exige en cambio, sacrificio y valor,
comprensión y verdad,
¡Verdad!
Por sobre todas las cosas.

Anónimo.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Tu amigo, Dios

Cuando te levantabas esta mañana, te observaba y esperaba que me hablaras aunque fuera unas cuantas palabras, preguntando mi opinión o agradeciéndome por algo bueno que te hubiera sucedido ayer.
Pero noté que estabas muy ocupado buscando la ropa adecuada para ponerte e ir al trabajo.
Seguía esperando de nuevo, mientras corrías por la casa arreglándote, supe que habría unos cuantos minutos para que te detuvieras y me dijeras "HOLA", pero estabas ocupado(a).
Por eso encendí el cielo para ti, lo llené de colore y dulces cantos de pájaros para ver si así me oías pero ni siquiera te diste cuenta de esto.
Te observé mientras ibas rumbo al trabajo y esperé pacientemente todo el día.
Con todas tus actividades supongo que estabas demasiado ocupado(a) para decirme algo.
De regreso vi tu cansancio y quise rociarte un poco para que el agua se llevará tu estrés, pensé agradarte para así pensarás en mí pero enfurecido ofendiste mi nombre. Deseaba tanto que me hablaras, aún quedaba mucho tiempo.
Después encendiste el televisor, esperé pacientemente, mientras veías el televisor, cenabas, pero nuevamente te olvidaste de hablar conmigo y nada. Te noté cansado y entendí tu silencio así que opaqué el resplandor del cielo, pero no te dejé a oscuras, lo cambié por un lucero, en verdad fue hermoso, pero no estuviste interesado en verlo.
A la hora de dormir, creo que ya estabas agotado(a). Después de decirle buenas noches a tu familia, caíste en tu cama y casi de inmediato te dormiste, acompañe con música tu sueño, mis animales nocturnos se lucieron. No hay problema, porque quizás no te das cuenta que siempre estoy ahí para ti.
Tengo más paciencia de la que te imaginas. También quisiera enseñarte cómo tener paciencia para con otros.
TE AMO tanto que espero todos los días por una oración. El paisaje que hago es sólo para ti.
Bueno, te estás levantando de nuevo, y otra vez esperar sin nada más que mi amor por ti. esperando que el día de hoy me dediques un poco de tiempo.
¡Qué tengas un buen día!

Tu amigo, Dios

domingo, 23 de octubre de 2011

Seamos como las luciérnagas

Una luciérnaga no alumbra todo su camino pero todas las luciérnagas estrellan una noche.
Como un tácito acuerdo cuando una luciérnaga se enciende otras se apagan. Cuando se apaga un pensamiento se enciende otro para que no te quedes a oscuras.
Un sapo se traga a la luciérnaga pero no queda iluminado. Los pensamientos del sabio se apagan en el buche del tonto. Los pensamientos de los hombres son como las luciérnagas, mientras vuelan en libertad iluminan toda la noche pero si los aprisionas se apagan.
La luciérnaga que prende su luz se arriesga a ser descubierta y devorada por sus enemigos. Así le sucede al hombre que se anima a decir en voz alta su propio pensamiento.
Cuando es de día las luciérnagas duermen apagadas. El hombre sabio calla lo que piensa cuando es inútil decirlo.
Si todos los animales noctámbulos iluminaran como la luciérnaga se acabarían las noches. Si todos los hombres iluminaran con su propia luz se acabaría la oscuridad.
Hay hombres que son como las luciérnagas: Iluminan con su propia luz, intermitente y pequeña.
Hay hombres que son como la luna: Iluminan con la luz fuerte y constante pero ajena.
No desprecies la luz de la luciérnaga porque es un insecto pequeño.
Ni dejes de valorar lo que piensa el hombre porque no tiene títulos ni dinero. Anímate a ser como la luciérnaga y descubrirás que en tu vida hay un poco de luz para iluminar a los otros.

Anónimo

domingo, 16 de octubre de 2011

Madre

Sé que mañana estarás allí para escucharme, aconsejarme, como si fuera tu propia vida, para creer una vez más en mí. Quiero que seas la luz que necesito para ver las cosas lindas que me puedan pasar. Sencillamente te quiero porque eres simple y porque cuando estoy mal, tu rostro sin quererlo se hace presente y todo se vuelve más fácil.
Quédate siempre conmigo como la primera vez que entré a la escuela de tu mano.
Nunca sentí tu ausencia, porque en cada ocasión sabía que no estaba sola y que tenía tu apoyo incondicional. Porque quiero compartir contigo cada momento de mi vida, sintiendo la fuerza de tu ejemplo y las mismas ganas de vivir.
Los años pasan, pero tu amor sigue igual e intenso porque eres mi madre, porque eres mi guía, porque te dedicas a tus hijos con alma y tesón. Madre gracias por todos los valores de vida que me enseñaste, y aunque yo deba emprender mi camino, tú estás y estarás en mi corazón alentándome como siempre.
Simplemente gracias, simplemente eres todo, simplemente te quiero.

Sandra Breccia

El retrato de una madre

Hay una mujer que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados.
Una mujer que siendo joven, tiene la reflexión de la anciana; y en la vejez, trabaja con el ardor de la juventud.
Una mujer que si es ignorante, descubre los secretos de la vida con más acierto que un sabio; y si es instruida, se acomoda a la candorosa simplicidad de los niños.
Una mujer que siendo pobre, se satisface con la felicidad de los que ama; y siendo rica, daría con gusto todo su tesoro por no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud.
Una mujer que siendo vigorosa, se estremece con el vagido de un niño; y siendo débil, se reviste con la bravura de un león.
Una mujer que mientras vive, no la sabemos estimar porque a su lado todos los dolores se olvidan; pero después de muerta, daríamos todo lo que somos y todo lo que tenemos por mirarla sólo un instante, por recibir de ella un solo abrazo, por escuchar un solo acento de sus labios.
De esta mujer no me exijas el nombre, si no quieres que empañe con lágrimas esta página... porque ya vi pasar en mi camino.
Cuando crezcan tus hijos, léeles esta página y ellos cubrirán de besos tu frente, y les dirás que un humilde viajero, en pago del suntuoso hospedaje recibido, ha dejado aquí para ti y para ellos, un boceto del retrato de una madre.

Monseñor Ramón Angel Jara

lunes, 10 de octubre de 2011

Disfruta el momento

Una persona caía por un barranco y se sostuvo de las raíces de un árbol. Arriba del barranco había un oso inmenso queriendo devorarlo.
El oso mostraba los dientes, babeaba de ansiedad por el plato que tenía delante suyo. Y abajo, listos para tragarlo cuando cayera, estaban nada más y nada menos que seis tigres tremendamente hambrientos.
El levantaba la cabeza, miraba hacia arriba y veía el oso. Cuando el oso daba una tregua, oía el rugir de los tigres próximos a sus pies.
En determinado momento, el miró al costado izquierdo y vio una frutilla roja, linda, reflejando el sol. En un esfuerzo supremo, apoyó su cuerpo, sostenido solamente por la mano derecha y, con la izquierda, tomó la frutilla.
Cuando pudo mirarla mejor quedó admirado con su belleza. Entonces llevó la frutilla a la boca y disfrutó su sabor dulce y suculento. Fue un placer supremo comer aquella frutilla tan rica.
Quizá te preguntes: Pero, ¿y el oso? Olvida al oso y ¡come las frutillas! ¿Y los tigres? Mala suerte de los tigres, ¡come las frutillas!
Siempre existirán osos queriendo comer nuestras cabezas y tigres queriendo arrancar nuestros pies. Eso hace parte de la vida, pero es importante saber comer las frutillas, siempre. Nosotros no podemos dejar de comerlas sólo porque existen osos y tigres.
Los problemas no impiden a nadie ser feliz.
Come la frutilla, no dejes que ella escape.
Relájate y vive un día a la vez. Los problemas están en la vida de todos, pero la gran verdad es que el mejor momento para ser feliz ¡es ahora!

Autor desconocido

viernes, 7 de octubre de 2011

Cicatrices del alma

En un día caluroso de verano, un niño decidió ir a nadar en la laguna detrás de su casa. Salió corriendo por la puerta trasera, se tiró en el agua y nadaba feliz.
Su mamá desde la casa lo miraba por la ventana, y vio con horror lo que sucedía. En seguida corrió hacia su hijo gritándole lo más fuerte que podía. Oyéndole el niño se alarmó y miró nadando hacia su mamá. Pero fue demasiado tarde. Desde el muelle, la mamá agarró al niño por sus brazos. Justo cuando el caimán le agarraba sus piernitas.
La mujer jalaba determinada, con toda la fuerza de su corazón. El cocodrilo era más fuerte, pero la mamá era mucho más apasionada y su amor no la abandonaba.
Un señor que escuchó los gritos se apresuró hacia el lugar con una pistola y mató al cocodrilo. El niño sobrevivió y, aunque sus piernas sufrieron bastante, aún pudo llegar a caminar.
Cuando salió del trauma, un periodista le preguntó si le quería enseñar las cicatrices de sus piernas. El niño levantó la colcha y se las mostró. Pero entonces, con gran orgullo se remangó las mangas y dijo:"Pero las que usted debe de ver son éstas". Eran las marcas de las uñas de su mamá que habían presionado con fuerza. "Las tengo porque mamá no me soltó y me salvo la vida".

Moraleja: nosotros también tenemos cicatrices de un pasado doloroso. Algunas son causadas por nuestras faltas de amor, pero algunas son la huella con que Dios nos ha sostenido con fuerza para que no caigamos en las garras del mal.
Dios te bendiga siempre y recuerda que si te ha dolido alguna vez el alma, es porque Dios te ha agarrado demasiado fuerte para que no caigas.

Autor desconocido

lunes, 3 de octubre de 2011

La felicidad

El secreto de la felicidad está al alcance de todos, y tal vez ya todo esto lo sabemos, pero vale la pena repasarlo...
Hace muchísimos años vivió en la India un sabio de quien decían que guardaba en un cofre encantado un gran secreto que lo hacía ser un triunfador en todos los aspectos de su vida y que, por eso, se consideraba el hombre más feliz del mundo. Mucho reyes envidiosos le ofrecían poder y dinero y hasta intentaron robarle el cofre, pero todo era en vano. Mientras más lo intentaban, más infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir. Así pasaban los años y el sabio era cada día más feliz.
Un día llegó ante él un niño y le dijo:
-Señor, al igual que tú, quiero ser inmensamente feliz. ¿Por qué no me enseñas qué debo hacer para conseguirlo?
El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo:
-A ti te enseñare el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención. En realidad son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y éstos son mi mente y mi corazón, y el secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de tu vida.
El primero es saber que existe la presencia de Dios en todas las cosas de la vida y por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todo aquello que tienes y por todas las cosas que te pasan.
El segundo es que debes quererte a ti mismo todos los días al levantarte y al acostarte. Debes afirmarte en ti mismo y saber que no existen obstáculos que no puedas vencer. Eso es lo que comúnmente se denomina autoestima.
El tercer paso es que debes poner en práctica todo lo que dices que eres, es decir, si piensas que eres inteligente, actúa con inteligencia, si piensas que eres capaz, pues haz lo que te propones, no hables de más inventando fantasías, si piensas que eres cariñoso, pues expresa cariño, si piensas que no existen obstáculos en tu vida que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este paso se llama motivación.
El cuarto paso es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron sus metas, tú logras las tuyas.
El quinto paso es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie, ese sentimiento no te dejará ser feliz, deja que las leyes de Dios hagan justicia, y tú... perdona y olvida.
El sexto paso es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen, ten presente que de acuerdo con las leyes de la naturaleza, mañana te quitarán algo de más valor.
El séptimo paso es que no debes maltratar a nadie, todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.
Y por último, levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito, piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes, ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio. Si recibiste gratuitamente, da entonces gratuitamente. Ayuda a los demás en su crecimiento, así como lo han hecho contigo en otra oportunidad. Mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y comparte con ellos el secreto para ser triunfador, y que de esta manera puedan ser ambos felices.

Y como pueden ver, lo que los reyes y poderosos ansiaban, lo tenían al alcance de su mano.

Alberto E. Rojas

jueves, 29 de septiembre de 2011

Historia de un samurai

Cerca de Tokio vivía un gran samurai ya anciano, que se dedicaba a enseñar a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que todavía era capaz de derrotar a cualquier adversario.
Cierta tarde, un guerrero conocido por su total falta de escrúpulos, apareció por allí. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación: esperaba a que su adversario hiciera el primer movimiento y, dotado de una inteligencia privilegiada para reparar en los errores cometidos, contraatacaba con velocidad fulminante.
El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha. Con la reputación del samurai, se fue hasta allí para derrotarlo y aumentar su fama. Todos los estudiantes se manifestaban en contra de la idea, pero el viejo aceptó el desafío.
Juntos, todos se dirigieron a la plaza de la ciudad y el joven comenzó a insultar al anciano maestro. Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió en la cara, le gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus ancestros.
Durante horas hizo todo por provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, sintiéndose ya exhausto y humillado, el impetuoso guerrero se retiró.
Desilusionados por el hecho de que el maestro soportara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:
-¿Cómo pudiste, maestro, soportar tanta indignidad? ¿Por qué no usaste tu espada, aún sabiendo que podías perder la lucha, en vez de mostrarte cobarde delante de todos nosotros?
El maestro les preguntó:-Si alguien llega hasta ustedes con un regalo y ustedes no lo aceptan, ¿a quién pertenece el obsequio?
-A quien intentó entregarlo- respondió uno de los alumnos.
-Lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos- dijo el maestro.
Cuando no se aceptan, continúan perteneciendo a quien los lleva consigo.

Autor desconocido.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Esos riesgos de la vida

Los éxitos tienen como base una cantidad reiterada de sacrificios y de luchas escalonadas. Por eso es cierto lo que dice Mauricio Nedoncelle: " una brújula no dispensa de remar".
Una leyenda muy antigua relata que en esos tiempos Dios tenía la costumbre de recorrer la tierra... Una tarde aprovechando el fresco, un campesino caminó a su encuentro.
Después de los saludos, el labriego fue al grano con una sugerencia dislocada.
-"Mira, Señor, creo que eres el Creador del mundo y conoces todo lo que hiciste... pero no eres campesino.
Sinceramente, ¿qué sabes de agricultura? Como humilde respuesta Dios le tiró una pregunta:-"Dime, ¿qué me aconsejarías?"
-"Durante un año déjame que yo haga todo según mi parecer...Te digo que según mis planes la pobreza no existirá más..."
Dios y el campesino se dieron un abrazo y el pacto quedó sellado. El labrador pidió lo mejor... nada de tormentas, ni granizo, ni sol fuerte, ni sequías prolongadas...En una palabra, los granos de trigo germinaron y crecieron llamativamente. El granjero se sentía realizado, feliz, ya que todo marchaba según sus planes.
Cuando deseaba lluvia, llovía, cuando quería sol tenue o ardiente, así se le presentaba la jornada. Además el rocío de la noche le daba continuamente energía de siembra. Todo parecía sincronizado, favoreciendo el crecimiento.
Una mañana el campesino se hizo el encontrado con Dios y le manifestó su contento; así como pintaba la cosa, tendría una cosecha tal que según sus cálculos la gente no necesitaría trabajar durante diez años porque tendría alimentos en abundancia.
Pero el día indicado para la trilla, a media mañana, la sorpresa fue contundente: las espigas no tenían peso, los granos estaban vacíos. Las plantas se habían "ido en vicio", como dicen los colonos.
-"Qué pasó aquí?" le preguntó a Dios el desorientado agricultor.
-"Como evitaste todo lo adverso, las lluvias fuertes, el sol abrasador o la falta de rocío oportuno que darían resistencia a la siembra, el trigo se volvió impotente, no formó granos, por lo que se desarrolló desmedidamente en ropaje exterior".

Sin pruebas, sin crisis, sin esfuerzos, no hay desarrollo, ni crecimiento, ni madurez, ni frutos...Dios sabe lo que ideó y proyectó, y aunque pida nuestra colaboración, no podemos ofenderlo alterando sus planes.
La vida es un riesgo que supone esfuerzos, dudas, lucha y hasta aparentes fracasos...Pero el que pelea el buen combate hasta el final, sin desfallecer, recibirá la corona de la vida, según el pensamiento del apóstol Pablo.
"Los que siembran entre lágrimas, cosecharán entre canciones. El sembrador va llorando mientras esparce las semillas, pero vuelve cantando cuando trae las gavillas".
Cuando nos arriesgamos positivamente, recreamos la obra de Dios que nos sorprende con sus bendiciones, a la vez que la vamos completando en equilibrada y respetuosa armonía.

Anónimo.

domingo, 25 de septiembre de 2011

La preeminencia del amor

Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe.
Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.
Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, sin no tengo amor, no me sirve para nada.
El amor es paciente, es servicial, el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasará jamás.
Las profecías se acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá, porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías limitadas. Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto.
Mientras yo era un niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice un hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente, después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente, después conoceré como Dios me conoce a mí.
En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor.

1 corintios,13, 1-13

domingo, 11 de septiembre de 2011

Sé feliz

Podés tener defectos, vivir ansioso y estar irritado en algunas ocasiones, pero no te olvides que tu vida es la mayor empresa del mundo.
Sólo vos podés evitar que ella vaya en decadencia.
Hay muchas personas que te precisan, que te admiran y que te quieren.
Recuerda que ser feliz no es tener un cielo sin tempestades, caminos sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones.
Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas y amor en los desencuentros.
Ser feliz no es sólo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza.
No es apenas conmemorar el suceso, sino aprender lecciones en los fracasos.
No es apenas tener alegría con los aplausos, sino encontrar alegría en el anonimato.
Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones y períodos de crisis.
Ser feliz es la conquista de quien sabe viajar dentro de su propio ser.
Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse una solución y un actor de su propia historia.
Atraviesa desiertos fuera de ti, y encontrarás un oasis en lo recóndito de tu alma.
Agradece a DIOS cada mañana por el milagro de la vida.
Ser feliz es sentir que los sentimientos no te pesan cuando puedas hablar de ti mismo.
Cuando tengas el coraje para oír un "NO", y tener la seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.
Ser feliz es besar a tus hijos, mimar a tus padres y tener momentos poéticos con tus amigos, aunque ellos te hieran.
Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple que está dentro tuyo.
Es tener madurez para decir " Me equivoque".
Es tener la osadía para decir "Perdóname".
Es tener la sensibilidad para expresar " Te necesito".
Es tener capacidad de decir " TE AMO".

Ojalá que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz...
Que tus primaveras seas amante de la alegría.
Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría.
Y, cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo.
Pues así serás cada vez más apasionado por la vida.
Y descubrirás que...
Ser feliz no es tener una vida perfecta.
Sino usar las lágrimas para regar la tolerancia.
Usar las pérdidas para refinar la paciencia.
Usar las fallas para esculpir la serenidad.
Usar el dolor para lapidar el placer.
Usar los obstáculos para abrir las ventanas de tu inteligencia.

Jamás desistas de las personas que amas.
Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo imperdible.

¡Y tú eres un ser humano especial!

Anónimo.

Un mundo mejor es posible

Un mundo mejor es posible, porque voy a seguir creyendo, aun cuando la gente pierda la esperanza.
Un mundo mejor es posible, porque voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio.
Un mundo mejor es posible, porque voy a seguir construyendo, aun cuando otros destruyan.
Un mundo mejor es posible, porque voy a seguir hablando de paz, aun en medio de la guerra.
Un mundo mejor es posible, porque voy a seguir iluminando, aun en medio de la oscuridad, y seguiré sembrando, aunque otros pisen mi cosecha, y seguiré gritando, aun cuando otros callen.
Un mundo mejor es posible, porque seguiré transmitiendo alivio, cuando vea dolor, y regalaré motivos de alegría donde sólo haya tristezas. Invitaré a caminar al que decidió quedarse y levantaré los brazos a los que se han rendido.
Un mundo mejor es posible, porque en medio de la desolación, siempre habrá un niño que nos mirará, esperanzado, esperando algo de nosotros, y aun en medio de la tormenta, por algún lado saldrá el sol; y en medio del desierto, crecerá una planta.
Un mundo mejor es posible, porque siempre habrá un pájaro que nos cante, un niño que nos sonría y una mariposa que nos brinde su belleza.
Pero..., si algún día ves que ya no sigo, no sonrío o callo, sólo acércate y dame un beso, un abrazo o regálame una sonrisa; con eso será suficiente, seguramente me habrá pasado que la vida me abofeteó y me sorprendió por un segundo.
Sólo un gesto tuyo hará que vuelva a mi camino.
Nunca lo olvides..., porque un mundo mejor es posible si estamos juntos.


Anónimo.

jueves, 4 de agosto de 2011

La tacita

Se cuenta que una vez, en Inglaterra, existía una pareja que gustaba de visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres. Una de sus tiendas favoritas era una en donde vendían vajillas antiguas.
En una de sus visitas a la tienda vieron una hermosa tacita.
-¿Me permite ver esa taza?, preguntó la señora, ¡nunca he visto nada tan fino como eso!
En cuanto tuvo en sus manos la taza, escuchó que la tacita comenzó a hablar:
-¡Usted no entiende! Yo no siempre he sido esta taza que usted está sosteniendo. Hace mucho tiempo yo sólo era un montón de barro amorfo. Mi creador me tomó entre sus manos y me golpeó y me amoldó cariñosamente. Llegó un momento en que me desesperé y le grité:
¡Por favor! ¡Ya déjame en Paz! Pero sólo me sonrió y me dijo: "Aguanta un poco más, todavía no es tiempo."
Después me puso en un horno. ¡Yo nunca había sentido tanto calor!
Me pregunté por qué mi creador querría quemarme, así que toqué la puerta del horno. A través de la ventana del horno pude leer los labios de mi creador que me decían: "aguanta un poco más, todavía no es tiempo." Finalmente me abrió la puerta. Mi creador me tomó y me puso en una repisa para que me enfriara. ¡Así está mucho mejor! me dije a mí misma, pero apenas si me había refrescado cuando mi creador ya me estaba cepillando y pintándome. ¡El olor de la pintura era horrible! ¡Sentía que me ahogaría! ¡Por favor detente!, le gritaba yo a mi creador, pero él sólo movía la cabeza haciendo un gesto negativo y decía "aguanta un poco más, todavía no es tiempo."
Al fin dejó de pintarme; pero esta vez me tomó y me metió nuevamente a otro horno. No era un horno como el primero, sino que era mucho más caliente. ¡Ahora sí estaba segura que me sofocaría! Le rogué y le imploré que me sacara. Grité, lloré, pero mi creador sólo me miraba diciendo: "aguanta un poco más, todavía no es tiempo."
En ese momento me di cuenta que no había esperanza. Nunca lograría sobrevivir a ese horno. Justo cuando estaba a punto de darme por vencida se abrió la puerta y mi creador me tomó cariñosamente y me puso en una repisa que era aún más alta que la primera. Allí me dejó un momento para que me refrescara.
Después de una hora de haber salido del segundo horno, me do un espejo y me dijo: "¡Mírate! ¡Ésta eres tú!" Yo no podía creerlo. Ésa no podía ser yo. Lo que veía era hermoso.
Mi creador nuevamente me dijo: "Yo sé que te dolió haber sido golpeada y amoldada por mis manos, pero si te hubiera dejado como estabas, te hubieras secado. Sé que te causó mucho calor y dolor estar en el primer horno, pero de no haberte puesto allí, seguramente te hubieras estrellado. También sé que los gases de la pintura te provocaron muchas molestias, pero de no haberte pintado tu vida no tendría color. Y si yo no te hubiera puesto en ese segundo horno, no hubieras sobrevivido mucho tiempo, porque tu dureza no habría sido la suficiente para que subsistieras. Ahora tú eres un producto terminado. ¡Eres lo que yo tenía en mente cuando te comencé a formar!"

Moraleja: Dios nunca te va a tentar ni te va a obligar a que vivas algo que no puedes soportar. Dios sabe lo que está haciendo con cada uno de nosotros. Él es el artesano y nosotros somos el barro con el cual trabaja. Nos amolda y nos da forma para que lleguemos a ser una pieza perfecta y podamos cumplir su voluntad.

Anónimo.

domingo, 31 de julio de 2011

El amor verdadero

Un famoso maestro se encontró frente a un grupo de jóvenes que estaban en contra del matrimonio. Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con la relación cuando éste se apaga en lugar de entrar en la hueca monotonía del matrimonio. El maestro les dijo que respetaba su opinión, pero les relato lo siguiente:
"Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno y sufrió un infarto. Cayó. Mi padre la alcanzó, la levantó como pudo y casi a rastras la subió a la camioneta. A toda velocidad, rebasando, sin respetar los altos, condujo hasta el hospital. Cuando llegó, por desgracias, ya había fallecido.
durante el sepelio, mi padre no habló, su mirada estaba perdida. Casi no lloró.
Esa noche sus hijos nos reunimos con él. en un ambiente de dolor y nostalgia recordamos hermosas anécdotas. Él pidió a mi hermano teólogo que le dijera, dónde estaría mamá en ese momento.
Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, conjeturó cómo y dónde estaría ella.
Mi padre escuchaba con gran atención.
De pronto pidió:-llévenme al cementerio.
-Papá-respondimos-. ¡Son las 11 de la noche! No podemos ir al cementerio ahora.
Alzó la voz y con mirada vidriosa dijo:
-No discutan conmigo por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años.
Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador, con una linterna llegamos a la lápida. Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos que veíamos la escena conmovidos:
-Fueron 55 buenos años...¿Saben? Nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer así.
Hizo una pausa y se limpió la cara.
-Ella y yo estuvimos juntos en aquella crisis. Cambié de empleo- Continuó.
Hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad. Compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de seres queridos, rezamos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y perdonamos nuestros errores...
-Hijos, ahora se ha ido y estoy contento, ¿saben por qué?, porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera...
Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado de lágrimas. Lo abrazamos y él nos consoló:
-Todo está bien hijos, podemos irnos a casa; ha sido un buen día.
Esa noche entendí lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, mas bien se vincula al trabajo y al cuidado que se profesan dos personas realmente comprometidas".
Cuando el maestro terminó de hablar, los jóvenes universitarios no pudieron debatirle. Ese tipo de amor era algo que no conocían.

Ojalá algún día puedas encontrar un amor así, y si lo encuentras, jamás, pero jamás lo dejes ir...

Anónimo.

viernes, 29 de julio de 2011

Los hijos son como los buques

Al mirar un buque en el puerto imaginamos que está en su lugar más seguro, protegido por un fuerte amarre.
Sin embargo, sabemos que está allí preparándose, abasteciéndose y alistándose para zarpar, cumpliendo con el destino para el cual fue creado, yendo al encuentro de sus propias aventuras y riesgos.
Dejando su estela y dependiendo de lo que la fuerza de la naturaleza le reserve, tendrá que desviar la ruta, trazar otros rumbos y buscar otros puertos.
Pero retornará fortalecido por el conocimiento adquirido, enriquecido por las diferentes culturas recorridas. Y habrá mucha gente esperando feliz en el puerto para celebrar sus millas navegadas.
Así son los HIJOS. Tienen a sus PADRES como puerto seguro, hasta que se tornan independientes.
Por más seguridad, protección y manutención que puedan sentir junto a sus padres, los hijos nacieron para surcar los mares de la vida, correr sus propios riesgos y vivir propias aventuras.
Cierto es que llevarán consigo los ejemplos adquiridos, los conocimientos obtenidos en el colegio, pero lo más importante estará en el interior de cada no, en el timón de su corazón:
LA CAPACIDAD DE SABER SER FELIZ
Sabemos que no existe felicidad inmediata, que no es algo que se guarda en un escondite para ser dada o transmitida a alguien.
El lugar más seguro para el buque es el puerto. Pero no fue construido para permanecer allí.
Los padres piensan que serán el puerto seguro de los hijos, pero no pueden olvidarse que deben prepararlos para navegar mar adentro y encontrar su propios lugar, donde se sientan seguros, con la certeza que deberá ser, en otro tiempo, un puerto para otros seres (los nietos).
Nadie puede trazar la ruta de los hijos, lo que sí podemos hacer es tomar conciencia y procurar que lleven en su equipaje VALORES como: HUMILDAD, SOLIDARIDAD, HONESTIDAD, DISCIPLINA, GRATITUD Y GENEROSIDAD.
Los hijos nacen de los padres, pero deben convertirse en CIUDADANOS DEL MUNDO.
Los padres pueden querer que haya siempre una sonrisa en los hijos, pero no pueden sonreír por ellos.
Pueden desear su felicidad, pero no pueden ser felices por ellos.

LA FELICIDAD CONSISTE EN TENER UN IDEAL PARA BUSCAR, Y LA CERTEZA DE ESTAR NAVEGANDO EN MARES ABIERTOS CON RUMBO Y MARCACIÓN HACIA ESE LOGRO.

Los padres no deben seguir la travesía de los hijos y los hijos nunca deben descansar en los logros de que los padres alcanzaron.
Los hijos deben hacerse a la mar desde el puerto donde sus padres llegaron y como los buques, partir en busca de sus propias conquistas y aventuras.
Para ello, requieren ser preparados para navegar en la vida, con la certeza de que: "QUIEN AMA EDUCA"
¡Cuán difícil es soltar las amarras y dejar zarpar al buque!...
Sin embargo, el regalo de amor más grande que puede dar un padre es la autonomía!

¡Buen viento y buena mar, hijos!


Autor desconocido


lunes, 25 de julio de 2011

Con el tiempo

Con el tiempo, se aprende la diferencia entre dar una mano y socorrer al necesitado. Con el tiempo, se aprende que amar no es sólo apoyarse en el otro. Y que no siempre todas las compañías significan seguridad. Con el tiempo se empieza a aceptar las pequeñas derrotas, sabiendo que cada una nos deja algo por aprender. Con el tiempo aprendemos a caminar con la cabeza erguida y la vista hacia el horizonte.
Con el tiempo se descubre que el futuro no está a nuestro alcance si no sabemos hoy hacia dónde queremos ir. Que de nada sirve hacer planes si nuestros pies están quietos; que el sol quema si nos quedamos expuestos mucho tiempo.
Con el tiempo, se aprende que alguien nos puede herir de vez en cuando, por lo que es mejor estar predispuestos a perdonar de antemano, sabiendo que si perdono, estaré mejor.
Con el tiempo, se aprende que el diálogo alivia muchos dolores emocionales. Con el tiempo, se aprende que lleva años construir una confianza y apenas unos segundos destruirla.
Con el tiempo, se aprende que puedo hacer cosas en un instante, de las que puedo arrepentirme por el resto de mi vida.
Con el tiempo, se aprende que no importa lo que tienes en la vida, sino quién eres en ella, que los buenos amigos son la familia que se nos permite escoger.
Con el tiempo, se aprende que no somos dueños del tiempo, y que cada instante es único e irrepetible, que no volverá a suceder en nosotros, y que es conveniente a cada instante estar bien con la persona que estamos, porque puede ser que ese momento no vuelva a repetirse.
Con el tiempo, se descubre que lleva mucho tiempo ser la persona que se quiere ser. Con el tiempo, se aprende que no importa adónde llegaste, sino hacia dónde estás yendo, pero que, si no sabes para dónde estás yendo, cualquier lugar no te hará feliz.
Con el tiempo, aprendes que ser flexible no significa ser débil, ni cobarde, pues no importa cuán delicada y frágil sea una situación, siempre existen dos lados.
Con el tiempo, aprendes que los héroes son aquellas persona que hicieron lo que era necesario hacer, enfrentando las consecuencias, yendo más allá.
Con el tiempo, aprendes que la paciencia requiere de mucha práctica, y que es la mejor compañera en caso de indecisiones.
Con el tiempo, descubres que tienes más de tus padres de lo que suponías.
Con el tiempo, aprendes que cuando estás irritado, no te da el derecho de ser cruel con los demás.
Con el tiempo, descubres que porque alguien no te ame de la manera que quisieras que te ame, no significa que no te ame con todo lo que puede, pues exiten personas que aman, pero simplemente no saben cómo demostrarlo.
Con el tiempo, aprendes que no siempre es necesario ser perdonado por alguien, y que algunas veces tienes que aprender a perdonarte a ti mismo.
Con el tiempo, aprendes que con la misma severidad con que juzgas, tú también serás juzgado.
Con el tiempo, aprendes que el tiempo es algo que no pudes volver atrás, pero sí puedes controlar tu presente y trabajar con vistas al mañana, y hacer tu vida más agradable y feliz, por lo tanto, planea el jardín de tu vida y decora tu alma, en lugar de esperar que alguien te traiga flores.
Con el tiempo, aprendes que sí puedes, y que puedes ir mucho más lejos, en lugar de quedarte a pensar que no se puede más.

Anónimo.

domingo, 24 de julio de 2011

Vuelo del alma

Cuando el camino se hace cuesta arriba, NO LO DEJES.
Cuando las cosas andan mal, como a veces sucede, NO ABANDONES.
Cuando no consigas resultados y se sumen los problemas, NO TE RINDAS.
Cuando quieras sonreir y sólo puedas suspirar, NO TE CAIGAS.
Cuando la suerte te sea adversa y no encuentres fuerza oara seguir, NO RENUNCIES.
Cuando no encuentres compañeros de lucha, NO TE APURES. ¡Hay manos que sostienen las tuyas!
Cree y siente en cada minuto de tu vida, deja que tu alma "vuele libre" por los jardines hermosos de la confianza en algo superior que llega donde nuestra visión no puede alcanzar, pero sí nuestro corazón puede sentir.
¡Tu alma desea estar libre para darte fuerza y estímulo! ¡INTENTA!
Cierra los ojos por algunos minutos y deja tus pensamientos volar por sitios de amor.
No podemos cambiar al mundo, ni quitar el dolor de la tierra, ni tener ya resueltos todos nuestros problemas, pero podemos a cada minuto mirar con ojos de amor a cada cosa.
Si pensamos que todo es pasajero, miraremos con cariño lo negativo que te encamina a la elevación y perfección, y luego observaremos con felicidad el cambio del mal en bien, de tristezas en alegrías.
Lo que hoy nos hace sonreír fueron las cosas que nos hicieron llorar ayer. Nuestras faltas de hoy también son las alegrías de mañana.
Las personas se van, los amores se pierden en el tiempo, los problemas se solucionan, hasta el mismo sol se va cada noche para renacer al día siguiente... ¡no te quedes en el medio del camino porque allá... algo te espera!

Anónimo

sábado, 21 de mayo de 2011

Vive con paciencia

Vive siempre con la paciencia de saber que las cosas de nuestra vida están hechas para que las disfrutemos, para realmente saborearlas como un don y regalo de la vida misma. No dejes que ninguna situación de hoy perturbe tu espíritu. Lo que hagas de corazón, exclusivamente para favorecer a los demás, perdura siempre en las personas que permanecen contigo en esta vida, y en ti mismo, por sobre todas las cosas. No es una tarea fácil, pero la vida te compensará más de los supones.
Haz la prueba y sé más bueno y más ameno de lo necesario, porque todas las personas que encuentras en tu camino hoy también están luchando alguna batalla. Cuida tus palabras, pues pueden llegar a cortar tu propia lengua.
si quieres que se cumplan tus sueños y tus deseos, no debes quedarte dormido. Puede que a la noche imagines lo que quieres lograr o conseguir, pero a la mañana siguiente debes, inexorablemente, ponerte en marcha.
De todas las cosas que portas, la expresión de tu rostro es lo más importante. La felicidad en tu vida depende de la calidad de tus pensamientos, y de cómo los llevas a la práctica. La mochila más pesada que puedes cargar es la que va llena de rencores y broncas.
Una cosa que siempre puedes dar e igual quedártela... es tu palabra. La peor mentira es cuando te mientes a ti mismo. Si te falta coraje para empezar... es muy dificíl que puedas terminarlo.
Una cosa que no puedes reciclar es el tiempo perdido.
Las ideas no funcionarán a menos que tú creas en ellas.
Tu mente es como un paracaídas... funciona sólo cuando lo abres.
Recuerda que nunca es demasiado tarde para ser lo que hubieras querido ser. Nuestra vida es demasiado corta para despertar con remordimientos...Por lo tanto, ama a las personas que te tratan bien, y olvídate de los que no lo hacen. Ten en cuenta que todo pasa por alguna razón. Si recibes una segunda oportunidad, tómala con ambas manos.
Si tu vida cambia, deja que cambie.
Nadie dijo que la vida sería fácil, sólo se nos ha prometido que valdría la pena vivirla.
Los amigos son como los globos, una vez que los sueltas, puede que no regresen.
A veces en nuestras vidas agitadas nos olvidamos realmente de qué es hacer lo correcto, y sólo nos detenemos en lo urgente.
Anónimo

viernes, 22 de abril de 2011

El arte de ser un gran hombre

Es la primera vez que escribo sobre nosotros los hombres... hombres que siempre nos caracterizamos por ser el sexo fuerte, aunque muchas veces caemos por debilidad.
Un día, mi hermana lloraba en su habitación. Con mucha nostalgia, observé que mi padre se le acercaba y le preguntaba el motivo de su tristeza. Los escuché hablando por horas, pero hubo una frase tan especial que dijo mi padre esa tarde, que hasta el día de hoy, 8 años más tarde, la recuerdo cada mañana y me llena de fuerza. Mi padre, acariciándole el rostro, le dijo a mi hermana:
-Hija mía, enamórate de un Gran hombre y no volverás a llorar.
Me pregunté muchas veces cuál era la fórmula exacta para llegar a ser ese gran hombre y no dejarme vencer por las pequeñeces. Conforme pasan los años, descubrimos que si tan sólo todos los hombres lucháramos por ser grandes de espíritu, grandes de alma y grandes de corazón, el mundo sería completamente distinto.
Aprendí que un gran hombre no es aquel que compra todo lo que desea, pues habemos tantos que hemos compreado hasta el cariño y el respeto de quienes nos rodean.
Mi padre le decía: "No busques a un hombre que sólo hable de sí mismo, sin preocuparse por ti. Ni a aquel que se pase las horas halagando sus propios logros. No te aferres a un hombre que te critique y te diga lo mal que te ves, o lo muhco que deberías cambiar. ¿Para qué quieres a un hombre que te abandonará por un cabello más claro?¿Por unos ojos de otro color? ¿O por un cuerpo más esbelto, si no supo admirar la verdadera belleza que hay en ti?".
¿Cuántas veces me dejé llevar por la superficialidad de las cosas, haciendo a un lado a quienes realmente me entregaban su sinceridad e integridad?
Me costó trabajo comprender que el GRAN HOMBRE no es el que llega más alto, ni el que tiene más dinero, ni quien vive rodeado de mujeres, ni mucho menos el más guapo. Un verdadero gran hombre es aquel ser humano lleno de transpariencia, que no oculta sus verdaderos sentimientos ni se refugia en vicios y cortinas de humo, es el que abre su corazón sin rechazar la realidad, es quien admira a una mujer por sus sentimientos morales y grandeza interior.
Un gra hombre es el que camina de frente, sin bajar la mirada, es aquel que no miente y sabe llorar su dolor.
Hoy mi hermana está felizmente casada, y ese gran hombre con quien se casó no era ni el más popular, ni el más perseguido, ni el más solicitado, ni mucho menos el más adinerado.
Ese gran hombre es quien simplemente nunca la hizo llorar, es quien la hace sonreír por lo mucho que han logrado juntos, por todos sus recuerdos, por cada alegría que comparten y por esos tres hijos que llenan sus vidas. Ese gran hombre ama tanto a mi hermana que no se cansa de besar sus manos, y mucho menos sus labios. La quiere por quien ella es y por lo que son cuando están juntos.
Aprendamos a ser uno de esos grandes hombres, para que vivamos el paso de los años de la mano de una gran mujer y nada ni nadie nos pueda vencer.

Autor desconocido.

viernes, 25 de marzo de 2011

Las siete maravillas del mundo

A un grupo de estudiantes de escuela primaria se les pidió que listaran lo que ellos pensaban eran las siete maravillas del mundo moderno o actuales. A pesar de ciertas diferencias, los siguientes fueron los que más votados recibieron:
1. Las pirámides de Egipto
2. El Taj Mahal
3. El Gran Cañon del Colorado
4. El Canal de Panamá
5. El edificio Empire State
6. La Basílica de San Pedro
7. La Gran Muralla China

Mientras contaba los votos, la maestra notó que había una niña que no había terminado de listar las sugerencias.
Así que le preguntó si estraba teniendo problemas con su lista, a lo que la niña respondió:
-Sí, un poquito. No puedo terminar de decidirme pues hay muchas.
La maestra entonces le dijo:
-Bueno, léenos lo que tienes hasta ahora y a lo mejor te podemos ayudar.
La niña lo pensó un instante, pero luego leyó;
-Yo pienso que las siete maravillas del mundo son:
1. Poder ver...
2. Poder oír...
3. Poder tocar...
4. Poder probar...
5. Poder sentir...
6. Poder reír...
7. La más importante de todas: poder amar.

El salón se silenciò a tal punto que si se hubiera caído un alfiler, se hubiera escuchado.
Las cosas simples y ordinarias y que nosotros tomamos como cajoneras son sencillamente maravillosas.
Un recordatorio muy respetuoso:
Las cosas más preciadas de la vida no se pueden construir con la mano ni se pueden comprar con el dinero.

Autor desconocido.

No hay que temer

Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mí mismo.
Temía fracasar, hasta que me di cuenta de que únicamente fracaso si no lo intento.
Temía lo que la gente opinara de mía, hasta que me di cuenta de que de todos modos opinarían de mí.
Temía que me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mí mismo.
Temía al dolor, hasta que aprendí que este es necesarío para crecer.
Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien el comienzo.
Temía al odio, hasta que me di cuenta de que no es otra cosa más que ignorancia.
Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mí mismo.
Temía hacerme viejo, hasta que compredí que ganaba sabiduría día a día.
Temía al pasado, hasta que comprendí que no podía herirme más.
Temía a la oscuridad, hasta que vi la belleza de la luz de una estrella.

Temía al cambio, hasta que vi que aún la mariposa más hermosa necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.

Hagamos que nuestras vidas cada día tengan más vida, y si nos sentimos desfallecer, no olvidemos que al final siempre hay algo más.

Pablo Ciappa.

sábado, 22 de enero de 2011

Ser feliz

Podés tener defectos, vivir ansioso y estar irritado algunas veces, pero no te olvides de que tu vida es la mayor empresa del mundo.
Sólo vos podés evitar que ella vaya en decadencia.
Hay muchas personas que te presisan, admiran y te quieren.
Me gustaría que siempre recordaras que ser feliz no es tener un cielo sin tempestades, caminos sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones.
Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.
Ser feliz no es sólo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza.
No es apenas conmemorar el suceso, sino aprender lecciones en los fracasos. No es apenas tener alegría con los aplausos, sino encontrar alegría en el anonimato.
Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones y períodos de crisis.
Ser feliz no es fatalidad del destino, sino una conquista de quien sabe viajar para dentro de su propio ser.
Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse un actor de la propia historia.
Es atravesar desiertos fuera de sí, mas ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de nuestra alma.
Es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida.
Es besar a los hijos, mimar a los padres y tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran.
Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple que vive dentro de cada uno de nosotros.
Es tener madurez para decir "Me equivoqué".
Es tener la osadía para decir "Perdoname".
Es tener la sensibilidad para expresar "Te necesito".
Es tener capacidad de decir "Te amo".
Deseo que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz...
Que en tus primaveras seas amante de la alegría.
Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría.
Y, cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo.
Pues así serás cada vez más apasionado por la vida.
Y descubrirás que...
Ser feliz no es tener una vida perfecta, sino usar las lágrimas para regar la tolerancia.
Usar las pérdidas para refinar la paciencia.
Usar las falas para esculpir la serenidad.
Usar el dolor para lapidar el placer.
Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.
Jámas desistas.
Jámas desistas de las personas que amas.
Jámas desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo imperdible ¡Y sos un ser humanos especial!

Anónimo.

martes, 18 de enero de 2011

¿Cuál de los tres eres?

Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultan tan difíciles.
No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar.
Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo.
Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre el fuego.
Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo.
En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café.
Las dejó hervir. Sin decir palabra.
La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre.
A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón.
Sacó los huevos y los colocó en otro plato.
Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente.
Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿qué ves?"
"Zanahorias, huevos y café", fue su respuesta.
La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias, ella lo hizo y notó que estaban blandas.
Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera, luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro.
Luego le pidió que probará el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
Humildemente la hija preguntó:-¿Qué Significa esto, padre?
Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: Agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente.
La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se había puesto débil, fácil de deshacer.
El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido.
Los granos de café, sin embargo eran únicos: después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.
-¿Cuál eres tú, hija? Cuando la adversidad llama a tu puerta; ¿cómo respondes?, le preguntó su padre.
¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?
¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable, que poseías un espíritu fluído, pero después de una muerte, una separación, o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargada y áspera, con un espítitu y un corazón endurecido?
¿O eres como un grano de café?
El café cambia el agua hirviendo, el elemento que le causa dolor.
Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor.
¿Eres como el grano de café?, que cuando las cosas se ponen peor, reaccionas en forma positiva, sin dejarte vencer y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.

Que ante la adversidad exista siempre una luz que ilumine tu camino y el de la gente que te rodea.
Que esparzas con tu fuerza y positivismo el "dulce aroma del café."

Y tú ¿cuál de los tres eres?

Anónimo