sábado, 11 de noviembre de 2017

Serás Jefe

Si quieres, serás jefe. Tal vez no hoy ni mañana, sino cuando llegue la hora.
Cuando tu vida sea recta como un tallo de junco y sencilla como el canto de una alondra.
Un jefe no es aquel que quiere mandar, dirigir, imponerse.
Ni aquel que da órdenes para hacerse obedecer.
Ni el que prohíbe o permite; el que censura o alaba; el que premia o castiga.
Un jefe es mucho más.
Un jefe es el que, sin quererlo ni saberlo, atrae hacia él a los demás. Es aquel cerca del que nos vamos a sentar.
Es al que escuchamos y seguimos porque descubrimos que hay en él una fuerza que nada puede destruir; que su vida es recta y sus acciones, sencillas.
Siempre el mismo, sencillo, como su mirada, tranquilo, que parece venir de muy lejos e ir más lejos aún, hasta el fondo de los corazones y más allá del horizonte.
Un jefe...
Qué bueno sería tener un jefe cuando estamos cansados.
Alguien que  nos ayudara a decidir y al que pudiéramos seguir.
Pero los jefes son pocos. Al menos aquel en el que se puede confiar.
Si quieres, serás jefe.
Si quieres, serás jefe. Tal vez no hoy ni mañana, sino cuando llegue la hora.
Cuando tu vida sea recta como un tallo de junco y sencilla como el canto de una alondra.
Ser jefe no significa transformar a los demás, para hacerlos como uno, imponiéndoles ideas y actividades, cansándolos con recomendaciones, prohibiciones y preceptos.
Ser jefe es vivir una vida pura, siempre en casa abierta a los demás.
Es severo consigo mismo, indulgente con los demás.
Sabe bien que no es fácil hacer las cosas y que casi todo requiere un esfuerzo.
Un jefe es un compañero que reconoces como mejor que tú y junto al que te vuelves mejor. Por eso lo escogiste. Por eso lo llamas "mi jefe".
Si quieres, serás jefe.
Si quieres, serás jefe. tal vez no hoy ni mañana, sino cuando llegue la hora.
Cuando tu vida sea recta como un tallo de junco y sencilla como el canto de una alondra.

Extracto del libro de Lézard.

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