jueves, 10 de mayo de 2012

Las cuatro velas

Las cuatro velas se quemaban lentamente.
En el ambiente había tal silencio que se podía oír el diálogo que mantenían.
La primera dijo:
-¡YO SOY LA PAZ! Pero las personas no consiguen mantenerme.
Creo que me voy a apagar. Y, disminuyendo su fuego rápidamente, se apagó por completo.
Dijo la segunda:
-¡YO SOY LA FE! Lamentablemente a los hombres les parezco superflua. Las personas no quieren saber de mí. No tiene sentido permanecer encendida. Cuando terminó de hablar, una brisa pasó suavemente sobre ella y se apagó.
Rápida y triste la tercera vela se manifestó:
-¡YO SOY EL AMOR! no tengo fuerzas para seguir encendida. Las personas me dejan a un lado y no comprenden mi importancia. Se olvidan hasta de aquellos que están muy cerca y les aman. Y, sin esperar más, se apagó.
De repente... entró un niño y vió las tres velas apagadas.
-Pero, ¿Qué es esto? Debieran estar encendidas hasta el final.
Al decir esto comenzó a llorar.
Entonces, la cuarta vela habló:
-No tengas miedo, mientras yo tenga fuego, podremos encender las demás velas. YO SOY ¡LA ESPERANZA!
Con los ojos brillantes, agarró la vela que todavía ardía... y encendió las demás.
¡Que la esperanza nunca se apague dentro de nosotros... y que cada uno de nosotros sepamos ser la herramienta que los niños necesitan para mantener la Esperanza, la Fe, la Paz y el Amor!

Autor desconocido

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