martes, 29 de julio de 2008

Un amigo verdadero

Un amigo verdadero siempre estará aun cuando no lo necesites, es un hermano del corazón, no de sangre, por eso un hermano puede ser tu amigo, pero un amigo siempre será tu hermano.
A un amigo verdadero lo necesitas porque lo quieres; no lo quieres porque lo necesitas.
Con la gente conocida, hablas; con tus amigos te comunicas.
Un conocido te oye, un amigo te escucha con el corazón.
Un amigo verdadero no te espera, te busca. No adivina, intuye y tiene siempre la frase exacta con la que tu alma puede florecer de nuevo.
Un amigo verdadero te dice las cosas tal cual son, no lo que quieres oír; camina contigo sólo por el placer de hacerlo y te dice siempre la verdad, que es en el fondo lo que tú esperas de un verdadero amigo.
Un amigo verdadero no necesita pedirte perdón, ni tampoco lo reclama; no busca explicaciones porque sabe que le bastan las que ya posee, y no busca ser comprendido sino comprender.
El amigo verdadero trae paz y no desasosiego; es constante no mudable; ofrece y nunca pide y las razones de su corazón son siempre transparentes.
Los amigos verdaderos están juntos, aunque estén separados, se dan sombra sin protagonismos y jamás buscan el bien propio, que es casi siempre herencia del egoísmo.
Quizá `por eso los amigos verdaderos no abundan tanto, pero observando los que tienes, sabes que ya nunca estarás incompleto.
Un amigo verdadero es una casa con las puertas siempre abiertas, es la roca firme contra la desesperanza, aquel que no mide su tiempo, porque todo su tiempo es tuyo, el que renueva tu espíritu con el consejo que necesitas.
un amigo verdadero convierte tu tristeza en alegría y es por eso que siempre estará junto a ti.
un amigo verdadero te mira a los ojos, no te observa, te apoya, no te juzga, te habla de frente y no te lastima, está contigo en los tiempos buenos y malos, porque finalmente sabe que lo que cuida es una parte de sí mismo...
Tener un amigo verdadero es como tener un tesoro. Quien tiene más de uno, ha multiplicado ese tesoro, el único que no se corrompe ni se destruye, porque está depositado en su propio corazón.


Miguel A. González

1 comentario:

Cristian Peruch dijo...

La verdad que en lo peor de los momentos, en esos que solo quieres no existir, piensas en tus amigos y desistís de ese cruel primer pensamiento que sentís.
Será por todo lo que decís, que a veces no se ve porque se ignora, pero está, Como siempre podrás contar conmigo y a la inversa

Cristian E. Peruch