miércoles, 24 de marzo de 2010

Vivir con felicidad

Cierto día, un banquero americano, estaba en el muelle de un pueblito caribeño, cuando llegó un botecito con un solo pescador. Dentro del bote, había varios atunes amarillos de buen tamaño. El americano elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó cuánto tiempo le había tomado pescarlos.
El pescador respondió que sólo un poco de tiempo.
El americano luego le preguntó porqué mo permanecía más tiempo y sacaba más pescado.
El pescador dijo que él tenía lo suficiente para sastifacer las necesidades inmediatas de su familia.
El americano luego preguntó, ¿Pero, qué hace usted con el resto de su tiempo?
El pescador dijo :"duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, hago siesta con mi señora, María, caigo todas las noches al pueblo, donde tomo vino y toco la guitarra con mis amigos. Tengo una vida full, chévere y ocupada".
El americano replicó, "Soy un MBA de Harvard y podría ayudarle. Debería gastar más tiempo en la pesca y con los ingresos comprar un bote más grande, con los ingresos del bote más grande podría comprar varios botes, eventualmente tendría una flota de botes pesqueros. En vez de vender pescado a un intermediario, lo podría hacer directamente a un procesador, eventualemente abrir su propia procesadora. Debería controlar la producción y la distribución. Debería salir de ese "piche"pueblo e irse a La Capital, donde manejaría su empresa en expansión".
El pescador preguntó, "¿Pero cuánto tiempo tarda todo eso?"
A lo cual respondió el americano, "Entre 15 y 20 años".
"¿Y luego qué?"
El americano se río y dijo que ésa es la mejor parte.
"Cuando llegue la hora, debería anunciar un IPO (Oferta Inicial de Acciones) y vender las acciones de su empresa al publicó. Se volverá rico tendrá millones."
"Millones... ¿y luego qué?"
Dijo el americano, "Luego se puede retirar. Se mueve a un pueblito en la costa donde puede dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con sus hijos, hacer siesta con su mujer, caer todas las noches al pueblo donde tome vino y toque la guitarra con sus amigos".
El pescador respondió: "¿Acaso eso no es lo que tengo ya?"

Moraleja:
"Cuántas vidas desperdiciadas buscando lograr una felicidad que ya se tiene pero que muchas veces no vemos. La verdadera felicidad consiste en amar lo que tenemos y no sentirnos mal por aquello que no tenemos".
"Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas".


¡La felicidad es un trayecto, no un destino!


Anónimo

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