viernes, 9 de abril de 2010

Usted es tan importante...

Usted es muy importante para mí.
Usted corre, trabaja, llora, ama.
Usted sonrié. pero nunca me llama.
Usted se entristece, después se calma,
pero no me agradece.
Usted camina, sube, baja escaleras
y no se preocupa por mí.
Usted siente amor, odio, siente todo, menos mi presencia.
Usted tiene los sentidos perfectos,
pero nunca los emplea para mí.
Usted estudia y no me atiende, gana y no me ayuda.
Usted es tan inteligente, y poco sabe de mí.
Usted reclama maltratos, y no valora lo que
hago por usted.
Usted está triste y me culpa por eso, pero si está alegre
no me deja participar de su felicidad.
Usted conoce tanta gente importante, pero no me
conoce a mí que lo considera a usted tan importante.
Usted hace lo que los demás mandan,
pero no hace lo que con humildad le pido.
Usted ascendió en la vida porque pisoteó a los menos
favorecidos, pero si desciende, descarga toda su ira contra mí.
Usted quiebra tantas ramas por sus amigos,
pero no me quita una espina de mi cabeza.
Usted reclama tanto de la vida, pero no sabe que
me entristezco por su causa.
Usted entiende todas las transacciones del mundo,
pero no entiende mi mensaje.
Usted habla con las personas,
y no sabe que yo conozco toda su vida.
Usted enfrenta muchos obstáculos en la vida,
pero qué pena, aunque no lo admita usted tiene
miedo de mí.
Usted defiende a su equipo, a su actor,
pero no me testimonia en medio de sus amigos.
Usted corre en su carro, pero nunca corre a mis brazos.

Yo soy alguien, que a pesar de todo, todos los días toca
a su puerta y pregunta:
"¿Hay un sitio para mí, en su casa, en su vida, en su corazón?
Yo estoy presente en estas líneas que usted,
por curiosidad comenzó a leer,
Yo soy jesucristo y quiero simplemente ser su amigo.
¿Me acepta usted?"


Anónimo

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