viernes, 9 de julio de 2010

Dichosos ustedes

Dichosos los que saben reírse de sí mismos, porque no terminarén nunca de divertirse.
Dichosos los que saben distinguir una montaña de un piedra, porque se evitarán muchos inconvenientes.
Dichosos los que saben descansar y dormir sin buscarse excusas: llegarán a ser sabios.
Dichosos los que saben escuchar y callar; aprenderán cosas nuevas.
Dichosos los que son suficientemente inteligentes como para no tomarse en serio ciertas cosas: serán apreciados por sus vecinos.
Dichosos los que están atentos a las exigencias de los demás, sin sentirse indispensables: serán dispensadores de alegría.
Dichosos ustedes cuando sepan mirar seriamente a las cosas pequeñas y tranquilamente a las cosas importantes: llegarán lejos en la vida.
Dichosos ustedes cuando sepan apreciar una sonrisa y olvidar un desaire: vuestros caminos estarán llenos del sol.
Dichosos los que piensan antes de actuar y rezan antes de pensar: evitarán muchas necesidades.
Dichosos ustedes sobre todo cuando sepan reconocer al Señor en todos los que encuentran: habrán encontrado la verdadera luz y la verdadera sabiduría.

Santo Tomás Moro

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