sábado, 3 de julio de 2010

El café de la vida

Un grupo de ex estudiantes, ya muy establecidos en sus carreras, se reunió para visitar a su viejo profesor de la universidad.
Una vez en casa del maestro, la conversación se concentró en quejas sobre el estrés en el trabajo y la vida.
Al ofrecerles café a sus visitas, el profesor fue a la cocina y regresó con un termo y una variedad de tazas: de porcelana, plástico, vidrio, cristal, algunas comunes, algunas caras, algunas exquisitas, y les pidió que se sirvieran el café caliente.
Cuando todos los estudiantes tenían su taza en mano, el profesor dijo:
-Si se han fijado, todas las tazas bonitas y caras han sido tomadas, y se han dejado atrás las comunes y baratas. Aunque es normal que quieran solo lo mejor para ustedes, ese es el origen de sus problemas y estrés. Lo que en realidad querían era café, no la taza, pero concientemente tomaron las mejores tazas y las estuvieron comparando con las tazas de los demás.
Fijense bien -prosiguió-: la vida es el café, pero sus trabajos, el dinero y su posición social son las tazas. Las tazas son solo herramientas para sostener y contener la vida, pero la calidad de la vida no cambia.
A veces -concluyó-, al concentrarnos solo en la taza, dejamos de disfrutar el café que hay en ella.

Por lo tanto, no dejes que la taza te guíe...mejor goza el café.

Rafael Molina Morillo

No hay comentarios: