Quería que me respetaran y encontré el orgullo.
Quería que me apreciaran y encontré la soberbia.
Quería ser libre y encontré los caprichos.
Quería que me escucharan y encontré la desconfianza.
Quería que me quisieran y encontré los celos.
Quería que me tuvieran en cuenta y encontré la violencia.
Quería ser cada día mejor y encontré la envidia.
Quería perdonar y encontré la venganza, que no me dejaba olvidar.
Descubrí que detrás de cada luz hay una sombra, entonces comprendí.
Y esa luz vino hacia mí, inundándome de paz y me dijo al pasar:
"El camino que has de seguir es amar a los demás.
No tengas miedo de partir; olvidándote de ti encontrarás a la Humanidad.
Cuanta más se la sombra, más tu luz ha de brillar.
La senda del calvario es el único camino hacia la eternidad".
María del C. González Abreu.
miércoles, 24 de febrero de 2010
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